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domingo, 4 de enero de 2009

Tomándonos por idiotas

Yo reconozco que muchas veces tiendo a ser un pelín intolerante con según que actitudes y/o maneras de pensar. Pero es que hay veces que no te dejan más opción. Por que no es solamente lo que puedan ser las actitudes u opiniones por si mismas, sino que, encima, pretenden tomarte por tonto cuando te las cuentan.

¿A cuento de qué viene esto? Pues que vengo de leerme el último artículo del “ínclito” Jose Manuel de Prada (qué fama se ha ganado últimamente con ciertos artículos, el amigo) en el XL Semanal y pocas veces me he quedado con tanta sensación de que se están intentando quedar conmigo, tomándome por idiota integral. (Inciso: alguno se preguntará, no sin razón, que que coño hago yo amargándome el desayuno un domingo por la mañana leyendo semejante basura. La culpa es del XL Semanal, que pone al de Prada justo al lado del Pérez-Reverte. Y claro, uno cae...). Véase un ejemplo:

El derecho al matrimonio «para todo hombre y mujer» que se contiene en la Declaración se desvirtúa mediante la legalización de matrimonios de igual sexo.

Bonito, ¿verdad? Supongo que pretenderá exponer una verdad inapelable con eso o algo así. Pues va a ser que no. Pensemos.

Opción 1: Legalizamos los matrimonios de igual sexo. ¿Hay algún “hombre o mujer” que no se vaya a poder casar con quien le salga del nabo/coño? NO. ¿Se está restringiendo el derecho a casarse de alguien? NO. ¿Se desvirtúa, por tanto, el derecho al matrimonio “para todo hombre y mujer”? NO

Opción 2: No legalizamos los matrimonios de igual sexo. ¿Hay algún “hombre o mujer” que no se vaya a poder casar con quien le salga del nabo/coño? SI. ¿Se está restringiendo el derecho a casarse de alguien? SI. ¿Se desvirtúa, por tanto, el derecho al matrimonio “para todo hombre y mujer”? SI.

Más claro, agua (pura y cristalina de los mares tropicales, no la del río Oria en tiempos, se entiende). El amigo este toma al personal por gilipollas y pretende soltar una falacia de ese calibre, pretendiendo hacer pasar como obviedad indiscutible un prejuicio religioso, escudándose en el nombre y unos cuantos adornos literarios.

Y eso es solo un ejemplo, del que el resto del artículo está plagado. Una y otra vez obvia que los “derechos humanos” en su concepción moderna distan mucho de ser una “realidad natural”, sino que son una creación puramente artificial, fruto, además, del humanismo laico positivista del que tanto reniega, quedándose únicamente con la interpretación de la Iglesia de la “ley natural” (si el matrimonio es un "derecho natural", que venga el FSM y lo vea). Pretende que ciertos derechos se impongan sobre otros sin argumentar por qué ha de ser así (aunque, conociendo de que pie cojea, uno puede deducir claramente por donde van los tiros). Hace una interpretación completamente subjetiva e interesada del derecho a la libertad religiosa. Se queja de la “tiranía de las mayorías” y a la vez teme que esas mayoría dejen de lado a los ancianos, lo que no dejaría de ser curioso siendo como son los ancianos el colectivo de más peso en esa mayoría (¿os imagináis a algún gobierno bajando las pensiones? No tendrían huevos.)

En fin, chorrada tras chorrada. Lo peor es que a esta gente le pagan por esto. Definitivamente, me he confundido de carrera...

PD: Feliz año nuevo y todo eso.

Nota mental: Escribe sobre alguna frikada de una puta vez ya, coño...

jueves, 12 de junio de 2008

¿Compartir en investigación? Pa qué...

Hay cosas que me escaman. Esto no es ya cuestión de si cultura libre, compartir información o lo que quieras. Esto es investigación. La madre de “compartir información”. ¡Hasta la web se creo solo para eso!

Así que que me venga un tío que trabaja en un instituto de investigación público, financiado con dinero público, que trabaja en un proyecto de un gobierno autonómico, y me diga que no me puede pasar el código de una implementación de cierto algoritmo (algoritmo que ni siquiera ha creado él) para que lo vea y pueda usar de referencia (porque ni siquiera lo puedo usar directamente) en mi propio proyecto de investigación por que “le ha costado mucho esfuerzo hacerlo” me toca las pelotas. Me las toca mucho.

Además tiene cojones que la primera vez que me pasa esto tenga que ser precisamente con un español. ¿Por qué no me sorprende? Puto país de cainitas...

En fin, ya me he desahogado un poco...

martes, 29 de enero de 2008

¿A cuanto el kilo de principios?

He aquí una situación de esas que hace que te retuerzas entre las dudas morales.

A un amigo (y no es una metáfora) le han ofrecido un trabajo en Madrid. Las condiciones no se las pintan nada mal: buena paga (30k+ al año), cursillos de formación en Londres, posibilidades de promoción, etc.

Peeeeeero...

El trabajo es para PROMUSICAE. No tan “popular” como la SGAE, pero si, uno de esos que se dedican a ir llamando por ahí piratas y delincuentes a una buena parte de la población (a mí fijo, a ti probablemente y al de la oferta, desde luego). Y el trabajo consiste en “esnifar las redes P2P para investigar mafias y piratería”. Vulgo: husmear en los P2P para ver que anda trapicheándose el personal.

No voy a entrar en considerar la para mi más que dudosa legalidad del trabajo (que yo sepa, espiar las comunicaciones es delito). Cuando ofrecen tanto por un trabajo de tan poco perfil (que levanten la mano los que hayan visto ofertas de trabajo para personal sin experiencia con sueldos base de 30 mil napos) algo huele muy muy mal.

La cuestión es, ¿estarías dispuesto a trabajar para alguien que se dedica sistemáticamente a insultarte a ti y a buena parte de tus conocidos, que establece practicas abusivas y se empeña en cobrar un diezmo por casi todo? ¿Que pretende que se violen los derechos fundamentales de los ciudadanos en su beneficio? ¿Para alguien que no es ya que no dudaría, sino que está deseando poder enchironarte por hacer que ni tu ni nadie excepto ellos considera malo?

Yo creo pensar que lo rechazaría. Siempre me he considerado una persona de firmes convicciones éticas y con ideas bastante claras sobre el acceso libre a la cultura y el conocimiento. Pero también soy plenamente consciente de que podría permitirme rechazarlo. Apenas tengo gastos, no tengo que pagar hipoteca, ni coche, ni dos churumbeles que mantener. Puedo darme prácticamente todos los caprichos que quiero (que tampoco son demasiados) o irme de vacaciones (cuando tengo) sin andarme preocupando de “es que toy mu mal de pasta”. Simplemente no necesito el dinero. Así que en realidad no se como respondería en otra situación.

¿Y tú? ¿Venderías tu alma al diablo?

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