Hace un par de semanas que terminé de ver la quinta y última temporada de esta serie, y aunque normalmente tanto tiempo después ni me molestaría en escribir algo al respecto, la verdad es que de esta serie en concreto tenía ganas de escribir una entrada. ¿Y por qué? Sencillamente por que me parece una de las series más fabulosas que he visto.
The Wire (“
Bajo escuha”, creo que la han titulado por estos lares) empieza como una serie de policías un tanto diferente. No va al típico acelerado ritmo que suele ser normal en las series, a un caso por capítulo, quizá dos en los casos muy especiales. Toda la primera temporada es un único, largo, caso. Y también es mucho más sucia. Las pruebas no aparecen como por arte de magia. Los asesinos no se derrumban y lo confiesan todo después de cinco minutos de interrogatorio. Los testigos no hablan por que sí. Los polis no son inquebrantables pilares de la comunidad, guapos, listos, incorruptibles e incansables.
Aquí las pruebas se consiguen tras largas y tediosas investigaciones, horas y horas de vigilancias en los tejados, e interminables peleas burocráticas por conseguir una orden de registro o una escucha. Los asesinos no confiesan y tienen abogados que les dan de patadas a los fiscales. Los testigos no hablan, y a los que hablan, los quitan de en medio. Los polis son una panda de vagos y borrachos que lo único que piensan es en escaquearse y ver quien le va a firmar las horas extras que no han trabajado y donde los pocos que realmente son “buenos polis” se ven ahogados en medio de la incompetencia general. En definitiva, mucho menos Hollywood y probablemente mucho más cerca de lo que puede ser en la realidad.
Y no solamente va la serie de trabajo policial. Aquí “los malos” son parte fundamental de la trama, teniendo tanto protagonismo como los polis que intentan atraparlos. Sus motivaciones, sus deseos, la dura vida en las “casas baratas”. No solamente se ve el crimen, sino las raíces del crimen.
Súmale a todo eso unos guiones fabulosos, una trama absorbente y una gran dirección y ya tienes entre manos una de las mejores series policíacas que se han filmando.
Y eso es solo la primera temporada... A partir de ahí las cosas no hacen más que mejorar...
Por que en la segunda temporada, la serie extiende sus hilos. A otras zonas de la ciudad, a la corrupción en los sindicatos, la lucha de poder en la jerarquía de la policía, al tráfico de drogas a gran escala. Y como todo ello se mezcla y relaciona el más insignificante camello vendiendo en una esquina con un concejal de urbanismo.
Y ahí no queda la cosa, por que es a partir de la tercera temporada cuando la serie se vuelve ya absolutamente grandiosa. Es a partir de esta temporada cuando prácticamente toda la ciudad se ve reflejada en la serie, desde las esquinas de los barrios hasta el despacho del alcalde. Las tramas se cruzan por todas partes. Las guerras entre bandas por el control de las calles se reflejan en las luchas entre los políticos, que se reflejan en la presión que ejercen sobre el trabajo policial. La cuarta temporada mete en el meollo al sistema educativo y finalmente la quinta, a la prensa. Todos los trapos sucios, a todos los niveles, de una gran ciudad como
Baltimore reflejados de manera simplemente magistral.
No es, desde luego, una serie para “ver sin pensar” (como me definía una amiga “
Sexo en Nueva York”). Solo para seguir las
decenas de personajes diferentes, cada uno de ellos perfectamente definido e interpretado, las relaciones entre ellos y como van variando de situación y protagonismo en cada una de las temporadas de la serie ya tienes que prestar bastante atención. Pero en realidad da igual, por que la trama es tan absorbente y esta tan bien llevada que simplemente sigues las cosas de manera natural.
En fin, ¡que hay que verla, coño!
Que además una de las cosas que más me sorprende es que, en las típicas conversaciones de “tu que series ves”, hasta ahora nadie la conocía cuando la he mencionado. Y eso a pesar de ser una serie aclamada unánimemente por todo el mundo, incluso
considerada por muchos como la mejor serie de TV de todos los tiempos, que es mucho decir, y poniéndola por delante de otros pesos pesados de HBO (que teniendo en su haber series como “
Los Soprano” o “
Hermanos de sangre”, también es mucho decir).
Por estos lares creo que van a emitir ahora la cuarta temporada en
TNT, pero la versión doblada es un auténtico crimen. El destrozo que le hacen es considerable (¿a quién se le ocurre doblar a una banda de trapichas negratas de barrio pobre?) así que la mejor opción es eMuleTV + subtítulos, que son sencillos de conseguir.
Ya está todo el mundo bajándosela a la de YA.