martes, 20 de septiembre de 2005

El espíritu del kamikaze

Viniendo esta mañana a la facultad me he cruzado con una chica que llevaba un bolso que ha atraído mi atención. Era un bolso de estos simples, de estos que son poco más que un saco con tapa y correa, de tela marrón. Pero lo que me ha llamado la atención del bolso ha sido el dibujo que tenía. En la tapa del bolso se podía ver, en el típico verde militar, un grupo de hombres con traje de vuelo y hachimaki en la frente, junto a un avión haciendo un picado y la palabra “Kamikaze” en las también típicas letras militares.

Y es que no acabo de entender muchas cosas que tiene esto de “la moda”. Como es posible que algo que representa a la vez lo mejor y lo peor de la especie humana acabe estampado en un puto bolso? La imagen de unos hombres dispuestos a matar y morir por su honor, por sus familias, por aquello en lo que creen. La imagen del horror y la locura de la guerra, de la muerte, de la destrucción y a la vez del honor y del sacrificio personal que representan los kamikazes, convertidos en un producto “guay” para crías pijas que lo más seguro es que ni remotamente sepan o comprendan todo lo que puede significar lo que llevan estampado en el bolso chachi que compraron el finde pasado.

Pero bueno. En una sociedad en la que hasta la imagen del Che Guevara ha pasado a ser poco más que un producto comercial en camisetas para rebeldes consumistas de pacotilla, ya no debería sorprender a uno ninguna de estas cosas…

jueves, 15 de septiembre de 2005

Prince of Tennis

Bueno, hoy toca comentar un poquito de anime, que hace tiempo que no lo hacia. Y le ha tocado el turno a una de las series más populares en Japón y que esta ahora sacando FLF a marchas forzadas después de unos meses de parón: Prince of Tennis (PoT a partir de ahora).

PoT es una serie de deportes típica: nos cuenta las andanzas de Ryoma Echizen, un chaval de primer año de instituto, y sus compañeros del club de tenis del instituto Seigaku, según van jugando torneos de cada vez mayor importancia y enfrentándose a rivales cada vez más fuertes.



El equipo del Seigaku

Bien, para ir abreviando. ¿Mi opinión de la serie? Es un truño. Simple y llanamente. Hace tiempo que no veo una serie tan soberanamente aburrida como esta. Me he tragado más de 50 episodios con la esperanza de que fuese mejorando algo y justificase un poco el por qué de tanto éxito y tantos seguidores, pero no hay manera. No mejora en absoluto capítulo a capítulo y la verdad es que si sigo bajándola es solamente por que bajo sistemáticamente todo lo de FLF para hacer de seed.

La estructura de la serie es un montón de capítulos con partidos de tenis interminables, con algunos capítulos de relleno en medio. Y es que lo que más delito tiene es que los capítulos de relleno son lo mejor de la serie. Al menos son entretenidos. Pero es que los capítulos en los que juegan a tenis son eternos, repetitivos, aburridos y totalmente previsibles. Repiten lo mismo una y otra vez y no hay ni una sola sorpresa en ningún capitulo (no, el “oh, se estaba dejando ganar para ver como jugaba” no cuenta como sorpresa… y menos aun la decimotercera vez que lo hacen…).

Ryoma, el protagonista de la serie, es el peor personaje de la historia de la animación. Un puto criajo retaco que va de sobrado (realmente, como la mitad al menos de los personajes de la serie) y al que es imposible no pillar ganas de partirle la cara. Por no decir el gran mérito del doblador al tener que demostrar tan gran variedad de registros con ese personaje, cuyos diálogos no suelen pasar de las 5 líneas por capítulo y se suelen limitar a un par de “mada mada dane” y holas y adioses. Y como no podía ser de otra manera en estas series, el enano es una puta maquina y no hay dios que le tosa, claro.


Ryoma Echizen

Luego, por supuesto, esta la cantidad suprema de soberanas estupideces de rigor en toda serie de este género que se precie: cada jugador con su “ataque especial”, como si del típico videojuego se tratase, cada uno con su nombre y todo (que si “boomerang snake”, que si “moon voley”, bleh). Unos criajos de 13-15 años haciendo cosas con las que ni soñarían conseguir los profesionales. La pasmosa relatividad del tiempo, gracias a la que en lo que tarda una pelota en recorrer media pista da tiempo a soltar un par de docenas de líneas de guión y hacer completas discusiones filosófico-técnicas del golpe que ha ejecutado y de cómo lo responde el otro. Juegan los partidos a 1 set y por que una vez lleguen al tie-break están todos medio muertos de cansancio (¡¡¡¡hasta se ponen a dormir de pie en medio de la pista!!!!) por que el partido “esta siendo muy largo”. Pierden el primer puto punto del partido y ya empiezan a decir que si tiene problemas, que si esta acabado, que si las va a pasar putas. Por supuesto, lo contrario también pasa. Si algún prota está perdiendo 5-0 con bola de partido en contra y la remonta, ya dan por supuesto que el partido esta en el bote (y, por supuesto, al final lo está, como no).


Tecnica extraña

En fin. Al final el mejor resumen que se puede hacer es que esto es “Campeones”, pero con tenis. Si te gustaban las andanzas de Oliver y Benji, seguramente te gustará PoT (aunque ya me gustaría comprender como es posible que se de semejante milagro). Si Estas series no son precisamente tus preferidas, puedes ahorrarte perfectamente esta.

jueves, 8 de septiembre de 2005

Vuelta a la rutina y cinefilias veraniegas (Parte I)

Bueeeeeeno… Después de unas merecidas pseudo vacaciones, de pasar unos días en el culo del mundo arrastrando amigos borrachos hasta sus casas en ciertas fiestas patronales y de recibir varias broncas por no actualizar el blog, ahora que ya toca volver a la rutina y para despejar un poco la mente de tanto documentar la mierda de programa que ni yo mismo me acordaba de cómo funcionaba, voy a proceder a escribir una entrada nueva, haciendo un repasillo breve de las últimas películas que he tenido la suerte o desgracia de gastar mi dinero para ir a ver...

Arf, arf, arf, arf…

El punto y seguido es tu amigo. No lo abandones, el nunca lo haría. (mai dixit)

En fin, vamos allá. Van sin ningún orden concreto y según me vaya acordando de ellas, así que probablemente empezaré por las dos que más estaba esperando:

Sin City

¡Por fin! La película que llevaba meses esperando para poder ver al final la pude disfrutar (no sin esperas, cancelaciones y contratiempos varios… ¬_¬), aunque fuese con una semana de retraso larga.

¿Y qué puedo decir? Que la espera mereció la pena. Y de que manera…

Es el cómic de Miller. Idéntico. Casi plano por plano y frase a frase de los diálogos. Los personajes perfectamente caracterizados. La estética del cómic, con sus calles lúgubres, su noche perpetua y sus “coches voladores” (XD) reflejada en el celuloide como parecía casi imposible conseguir.

Las tres historias que cuenta son para mi las mejores de Sin City: “Sin City” (a.k.a. “El largo adiós”), “Ese cobarde bastardo” y “La gran masacre” (yo pensaba que en lugar de esta sería la de “La novia iba de rojo”, pero bueno). Poco que decir para los que conozcan los cómics. Ahí están esas sucias y violentas historias de perdedores, en las que los buenos son tan hijos de puta como los malos y apenas se distinguen de ellos por sus “buenas” intenciones, en una ciudad donde la vida no vale ni el precio de las balas que se usan para quitarla.

En fin. Podría hablar largo y tendido sobre la película y los cómics, pero el tiempo es limitado. No se que se ha comentado “oficialmente” por ahí de esta película, pero me la suda. Aunque este corrompido por se un fanático de los cómics de Miller, A mi me ha encantado y me parece fabulosa.

Charlie y la fábrica de chocolate

La otra película que esperaba como agua de mayo, la última película de nada más y nada menos que Tim Burton, a la espera de la esperadísima “La novia cadáver” (hay que ver lo que espero. Van a tener que llamarme “Wendi el paciente” XD).

Mis temores para con esta película es que resultase demasiado infantil. La verdad es que no pensé en ello cuando fui a verla, un sábado por la tarde en un arrebato de cabreo tras la cancelación de la sesión planeada para ese día, Sin City. Pero cuando entre en la sala y me la encontré repleta de familias enteras con toda la chiquillería (dudo que la edad media de la sala llegase a los 10 años) fue cuando me acordé y empecé a pensar que había cometido el error de mi vida…

Pues craso error, fíjate…

Los críos, callados como muertos (bueno, al menos como muertos no-Tim Burton, se entiende. XD). Y me supongo que sería por que estaban tan embobados, embelesados y entusiasmados con la película como yo, como para andar arriesgándose a perderse el más mínimo detalle con tonterías nimias como “papa tengo pis” y cosas por el estilo.

¿La película? Genial. Brillante. De principio a fin. Toda la imaginación y escenarios fabulosos que se gasta habitualmente Tim Burton. Johnny Depp en su salsa metido en la piel del excéntrico, extravagante y “ligeramente” tarado Willy Wonka. Toda la cohorte de personajes a cada cual mas raro y estrafalario, por no hablar de las aun más estrafalarias instalaciones de la fábrica o de la mala leche que se gastan los Umpa Lumpas (o como coño se escriba) con las cancioncitas (único detalle negativo que se me ocurre: no se entendía casi nada, aunque no se si era por el cine).

Al final, ¿era una película infantil? Yo más bien diría que era una película “para todos los públicos” en el sentido más literal. La van a disfrutar por igual niños, jóvenes y viejos. Yo lo hice y como un enano.

Como detalle final: la gente aplaudió al final de la proyección. Y eso es algo que no se ve todos los días.

Y bueno, hasta aquí creo que voy a llegar por ahora. En realidad tengo que comentar unas cuantas películas más (“El ocaso del samurai”, “La pesadilla de Darwin”, “Valiant”, “La isla” y alguna más que ahora mismo no me viene a la memoria) pero esto se me esta alargando mucho y debería estar haciendo otras cosas. A ver si me acuerdo de hacerlo luego.