jueves, 15 de septiembre de 2005

Prince of Tennis

Bueno, hoy toca comentar un poquito de anime, que hace tiempo que no lo hacia. Y le ha tocado el turno a una de las series más populares en Japón y que esta ahora sacando FLF a marchas forzadas después de unos meses de parón: Prince of Tennis (PoT a partir de ahora).

PoT es una serie de deportes típica: nos cuenta las andanzas de Ryoma Echizen, un chaval de primer año de instituto, y sus compañeros del club de tenis del instituto Seigaku, según van jugando torneos de cada vez mayor importancia y enfrentándose a rivales cada vez más fuertes.



El equipo del Seigaku

Bien, para ir abreviando. ¿Mi opinión de la serie? Es un truño. Simple y llanamente. Hace tiempo que no veo una serie tan soberanamente aburrida como esta. Me he tragado más de 50 episodios con la esperanza de que fuese mejorando algo y justificase un poco el por qué de tanto éxito y tantos seguidores, pero no hay manera. No mejora en absoluto capítulo a capítulo y la verdad es que si sigo bajándola es solamente por que bajo sistemáticamente todo lo de FLF para hacer de seed.

La estructura de la serie es un montón de capítulos con partidos de tenis interminables, con algunos capítulos de relleno en medio. Y es que lo que más delito tiene es que los capítulos de relleno son lo mejor de la serie. Al menos son entretenidos. Pero es que los capítulos en los que juegan a tenis son eternos, repetitivos, aburridos y totalmente previsibles. Repiten lo mismo una y otra vez y no hay ni una sola sorpresa en ningún capitulo (no, el “oh, se estaba dejando ganar para ver como jugaba” no cuenta como sorpresa… y menos aun la decimotercera vez que lo hacen…).

Ryoma, el protagonista de la serie, es el peor personaje de la historia de la animación. Un puto criajo retaco que va de sobrado (realmente, como la mitad al menos de los personajes de la serie) y al que es imposible no pillar ganas de partirle la cara. Por no decir el gran mérito del doblador al tener que demostrar tan gran variedad de registros con ese personaje, cuyos diálogos no suelen pasar de las 5 líneas por capítulo y se suelen limitar a un par de “mada mada dane” y holas y adioses. Y como no podía ser de otra manera en estas series, el enano es una puta maquina y no hay dios que le tosa, claro.


Ryoma Echizen

Luego, por supuesto, esta la cantidad suprema de soberanas estupideces de rigor en toda serie de este género que se precie: cada jugador con su “ataque especial”, como si del típico videojuego se tratase, cada uno con su nombre y todo (que si “boomerang snake”, que si “moon voley”, bleh). Unos criajos de 13-15 años haciendo cosas con las que ni soñarían conseguir los profesionales. La pasmosa relatividad del tiempo, gracias a la que en lo que tarda una pelota en recorrer media pista da tiempo a soltar un par de docenas de líneas de guión y hacer completas discusiones filosófico-técnicas del golpe que ha ejecutado y de cómo lo responde el otro. Juegan los partidos a 1 set y por que una vez lleguen al tie-break están todos medio muertos de cansancio (¡¡¡¡hasta se ponen a dormir de pie en medio de la pista!!!!) por que el partido “esta siendo muy largo”. Pierden el primer puto punto del partido y ya empiezan a decir que si tiene problemas, que si esta acabado, que si las va a pasar putas. Por supuesto, lo contrario también pasa. Si algún prota está perdiendo 5-0 con bola de partido en contra y la remonta, ya dan por supuesto que el partido esta en el bote (y, por supuesto, al final lo está, como no).


Tecnica extraña

En fin. Al final el mejor resumen que se puede hacer es que esto es “Campeones”, pero con tenis. Si te gustaban las andanzas de Oliver y Benji, seguramente te gustará PoT (aunque ya me gustaría comprender como es posible que se de semejante milagro). Si Estas series no son precisamente tus preferidas, puedes ahorrarte perfectamente esta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aún estoy esperando un comment de la peli de Advent Children xDDDDD

MaLize