miércoles, 10 de octubre de 2007

Ramadán en el espacio

Acabo de encontrarme con esta curiosa noticia en El País. Y es, desde luego, la típica noticia que a la gente como yo, con ciertas ideas sobre temas como la religión, irremisiblemente le provocan una sonrisa socarrona mientras la están leyendo.

Y es que no deja de tener su coña: celebrar el Ramadán en la ISS.

(Inciso: Por si alguien se ha pasado toda su vida en una burbuja, aclararé que el Ramadán es el 9º mes del calendario lunar islámico, durante el que se celebra, a lo largo de un mes, el sawn o ayuno durante las horas de sol. )

Digo yo que cualquiera que tenga una remota idea de cómo funciona la ISS ya empezará a vislumbrar por donde van los tiros: la ISS da una órbita completa a la Tierra cada 91,61 minutos. Esto es, el sol “sale” y “se pone” cada poco mas de 45 minutos, duración del “día” en la ISS. Y lo hace 15 veces al día terrestre.

Y claro, el Corán dice que el ayuno será de treinta días. ¿Treinta días de la ISS? A ese Ramadán me apunto yo: Durante 2 días lo único que tienes que hacer es no comer, beber o follar durante cortos periodos de 45 minutos. De coña, vamos. Eso si, como tengas que mantener el mismo ritmo de rezos al día, no vas a tener tiempo ni de ir a cagar.

Pero ahí no acaba la cosa. Y es que los musulmanes, ya se sabe, deben orar arrodillados mirando hacia La Meca. Y claro, mantenerse arrodillado en gravedad cero mirando a un punto fijo en la superficie de la Tierra cuando vas montado en un trasto a 350 Km. de altura que se mueve a unos 27.000 Km/h tiene que ser, cuanto menos, complicado. Por no hablar de las abluciones de rigor antes de cada rezo… en gravedad cero. Tremendamente divertido eso de tener miles de gotitas de agua levitando por ahí dentro de la nave.

Así que para que el pobre Sheikh Muszaphar Shukor, astronauta musulmán malayo que salía hoy rumbo a la ISS pueda cumplir con las obligaciones de su fe, los buenos clérigos de su país natal han tenido a bien hacer público un “parche de seguridad” al rito musulmán para tapar la de agujeros que habían aparecido, eximiéndole de ciertas obligaciones y permitiéndole cosas como la de hacer abluciones con una toalla húmeda o no tener que rezar arrodillado. Guay, ahora tenemos el Ramadán 1.01, edición especial astronautas.

La verdad es que es simple y llanamente lo que te puedes esperar cuando las “enseñanzas” de un iluminado analfabeto que vivió en medio del desierto en el siglo VI se dan de morros no ya con la ciencia y la tecnología, sino con la realidad del mundo. Un mundo que es evidente no podía haber imaginado ese personaje con su limitadísimo conocimiento y que el hecho de que sus leyes sean supuestamente “reveladas” (por un Dios que parece o un mentiroso compulsivo o un ignorante) no parece evitar en lo más mínimo sus errores.

En fin… Así está el mundo en el siglo XXI…

3 comentarios:

Phantom F. Harlock III dijo...

Muy risas el post XDDD.
Bleh!! Si encima los malayos son musulmanes de pacotilla. En Malasia los veia ponerse cedos de comer horas antes de que se pusiera el sol. Y ni que decir que en cuanto. Veian que no había "moros" en la costa se metian un refrigerio pa la barriga.
Esto es algo que contrasta bastante teniendo en cuenta que al ladito tienen al grupo terrorista islamico mas jarto de todos. No recuerdo ahora mismo el nombre pero se que era indonesio.

Wendigo dijo...

Bah, lo que pasa es que los malayos son gente normal. Es como aqui, que se supone que es todo el mundo catolico apostolico romano, pero el 99% de ellos en realidad sudan y mucho de la Iglesia (a ver cuantos conoces tu que coman pescado los viernes y todo eso). Eso si, en el 1% restante te encuentras a los del Opus, los caballeros de cristo rey y demas gentuza que no tienen mucho que envidiar al musulman mas integrista.

Bakarti dijo...

vaya mofas m he echado leyendolo XDD